domingo, 11 de noviembre de 2012

COMUNICACION ENTRE PADRES E HIJOS



En todo momento la comunicación que tenemos con nuestros hijos debe estar abierta al diálogo.
No importa lo que hayan hecho o la forma como nuestros hijos se hayan comportado, dejar las puertas abiertas al diálogo, nos asegurará que no importa la situación que vivan o lo que les pase a los largo de su vida, podrán acercarse a nosotros y podrán contarnos aquello que les aqueja, o les duele y siempre tendrán un refugio y consuelo en nosotros y en nuestras palabras.
Uno nunca sabe que tan profundo puede llegar al corazón de un hijo o de una persona dada, con una palabra positiva en un momento justo, o por el contrario, con una palabra negativa, que puede quedar en la conciencia de nuestro hijo dañando no solo la relación padre-hijo, o madre-hijo, sino que puede terminar dañando la autoestima o el autoconcepto de nuestros hijos.
Es muy importante tener en cuenta dos aspectos uno es que debemos diferenciar claramente un comportamiento que consideramos “inadecuado” o malo, con el niño, en general, es decir una cosas es que se “comporte mal” y otra muy diferente es que sea un “niño malo”.
Cuando hacemos referencia a la actitud o al comportamiento que no nos gusta o que nos parece inadecuado debemos tener mucho cuidado de referirnos a este, y no al niño en general, es decir es un niño bueno que se ha comportado mal.

Cuando lo reprendamos debemos hacerlo de forma que al niño le quede claro que nos referimos exactamente a tal o cual comportamiento y no a él en general.

Es decir, debemos evitar comentarios como “eres un niño malo”
“eres el peor de mis hijos”, “te desconozco como hijos”, “eres un inútil”, “eres un imbécil” “un bueno para nada” o cualquier otra cosa que solo está en detrimento de su autoestima.

No es desde la rabia y desde el descontrol, que debemos hablarle, no importa lo defraudados que nos sintamos en un momento determinado, debemos tener en cuenta que nuestra actitud debe ser la de orientarlos, han tomado una decisión equivocada y han errado en su comportamiento, es cierto que no era lo que esperábamos de ellos.
Muchas veces el niño sabe que ha defraudado a sus padres, y que no es la actitud adecuada, ya de por si se siente bien mal consigo mismo, y con tener que decirlo a sus padres, para encontrar palabras que pueden menoscabar la relación e incluso resquebrajarla al punto que nuestro hijo no querrá volver a confiar en nosotros o contarnos aquello que necesita.
Y más aún, cuando ni siquiera es que ha hecho algo malo, si no que por algún motivo, no pueden llenar los anhelos o los sueños, o las esperanzas que teníamos de ellos.
Es solo un niño tratando de salir delante de aprender del mundo adulto, una actitud serena, calmada, donde nuestro descontrol e ira han pasado a un segundo plano y donde podemos esperar, para hablar calmadamente sobre su comportamiento “inadecuado” “impropio” o “indeseado”, suele ser de mucho más valor educativo, que gritarlo, y reprenderlo con malas palabras.

1 comentario:

  1. Buena informacion, la comunicación entre padres eh hijos creo que es muy importante ya que con ella los padres pueden conocer mas a fondo a sus hijos es malo que los padres no se lleven bien con sus hijos por que de eso se derivan todo lo que son los adolocentes con problemas de drogas, que sean alcolicos desde pequeños es importante que los padres tengan esa confinaza con sus hijos asi podran evitar muchos problemas desde temprana edad. Buen trabajo.

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